- Relajación adecuada: libera la tensión muscular y aporta al organismo una sensación de reposo tan reparadora como una noche de sueño profundo. La relajación repercute en todas tus actividades y te enseña a CONSERVAR TU ENERGIA y a desprenderte de preocupaciones y temores.
- La dieta adecuada: es nutritiva y equilibrada a base de alimentos naturales. Mantiene el cuerpo ligero y flexible y sosiega la mente, a la vez que confiere una gran resistencia a la enfermedad.
- El ejercicio adecuado: lo proporcionan las posturas yóguicas o asanas que actúan sistematicamente sobre todas las partes del cuerpo, estirando y tonificando músculos y ligamentos, manteniendo flexible la columna vertebral y las articulaciones, mejorando la circulación sanguinea.
- La respiración adecuada: es una respiración plena y rítmica en la cual para incrementar el aporte de oxígeno se usa la totalidad de los pulmones. Los ejercicios de respiración yóguica o pranayamas enseñan a recargar el cuerpo y a controlar el estado mental regulando la circulación del prana, es decir, de la fuerza vital.
- El pensamiento positivo y la meditación: ayudan a hacer desaparecer los pensamientos negativos y a silenciar la mente hasta trascender, en última instancia todos los pensamientos.
Fuente: "El nuevo libro del Yoga" Ed. Integral.
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